Pasear por los paseos cada vez resulta menos placentero. La invasión del espacio público por parte de mesas y sillas de las terrazas convierten los paseos, plazas y grandes aceras en una “chicane” que roba el placer de pasear.
Las terrazas no se corresponden con el tamaño de los locales y me gustaría conocer la opinión de quienes por convicción, por falta de recursos o por imposibilidad material de ampliación no han ampliado el número de mesas de sus terrazas.ºº.
Por si no fuera suficiente, las familias y los amigos han pensado que pasear de cuatro en linea es mejor para marcar el territorio y sentirse vencedores en la batalla por reclamar un espacio que pagamos entre todos.
Por tanto, me esperaré al mal tiempo para pasear, pasear como se hacía en otros tiempos. O bien, acudiré a calles y espacios donde no haya bares ni estén de moda.
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