Hubo un tiempo en que los humanos escribíamos. Hoy me he puesto a mirar que había escrito en mi blog sobre informática. He constatado que escribía cosas interesantes pero también las escribían las personas que hacían comentarios.
Esta es la joya, al menos me lo parece a mi, anónima que he encontrado a propósito de la Televisión y sus contenidos:
Una vez, un tipo que trabaja en tv me dijo: en mi negocio hay un producto que vender. ¿los anuncios? ¿las series? ¿Los telediarios? Nada de eso: el producto que tiene para vender es LA AUDIENCIA. El cliente que lo compra es el anunciante. Así que el negocio de una tele generalista no de pago es producir audiencia para vendérsela a los anunciantes. Así de claro. Los programas en sí mismos no son más que el reclamo para producir la audiencia. De modo que por algo la calidad de la tv es la que es: porque lo único que importa es concentrar audiencia alrededor de una pantalla. Es lo más alienante que hacemos los seres vivos de occidente cada día. Y lo hacemos tan ricamente, entretenidicos y todo. Somos carne de negocio, personas objeto, mercancía facturable. Así serguirá siendo mientras la tele sea gratuita. La única solución viable -porque soluciones utópicas se me ocurren muchas- es que tengamos que pagar para verla. Así seremos clientes y los programas serán la mercancía.
Saludos
Espero que también os guste a todas las personas que os acercáis al blog.
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