miércoles, 1 de abril de 2009

Muerte

He recibido la noticia de la muerte de una persona que cuando se cruzaba conmigo, sonreía. Una persona que en los fugaces encuentros que tuvimos, me hizo sentir cariño por ella. Ya no podré tener más esa experiencia, sólo el recuerdo de la misma.
Quizás es la edad. Después de los 50, uno comienza a tener especial sensibilidad por los que se van. Las enfermedades de la C se aproximan a los amigos, a las amigas, a los colegas.
Empiezas a sentir que cualquier cosa de lo que ocurre en nuestra vida diaria no es importante.
Que no estamos preparados para asumir la muerte. La única cosa segura que sabemos que ocurrirá en nuestra vida. Pero nuestra sociedad oculta la muerte, la empaqueta y plastifica en los tanatorios, la oculta a sus niños.

Un dato, pruebe en google, muerte = 45.900.000; vida = 322.000.000. Goleada

También hubo muerte en el Mediterráneo. Muerte de quienes soñaban con una vida mejor. Huyendo del hambre. Aunque los muertes han superado tres veces las muertes del 11-M, apenas hemos llorado por ellos.

4 comentarios:

Raquel dijo...

Te acompaño en el sentimiento.

En mi entorno cercano también murieron dos personas muy queridas. Y curiosamente también eso pasó a mis amigos íntimos. Todos estos fallecimientos son en menos de un año.

Aunque la muerte sea algo sutil, siempre está presente (o casi) en las series, en las películas, etc. Más aún te das cuenta de ello cuando lo has vivido.

Vicki dijo...

Ayer fui al entierro del padre de una amiga muy querida, después al tanatorio porque había muerto la madre de otra amiga. Al salir me preguntaba porqué no somos conscientes en el día a día de la finitud de nuestra existencia, mi compañero me decía que si lo fueramos no podríamos vivir el día a día, yo creo que si lo tuvieramos presente, cada día sería vivir una vida nueva, quizás nos quitaríamos importancia y cada día sería una aventura que vivir.
Me estoy haciendo mayor.
Carpe Diem

Rosa dijo...

Yo me he dado cuenta que siento una especial sensibilidad hacia la muerte desde hace 1 o 2 años. Desconozco el motivo, pero es así. Lo que tiene el cumplir años es que te das cuenta que la vida pasa muy deprisa, en especial de los 25 en adelante - ya no hablemos desde que tienes hijos- y te cuestionas sí la has sabido aprovechar , si algo de lo hecho ha merecido la pena, si quedará alguna huella tuya en alguien...
No sé si estamos o no preparados para la muerte.Espero que la mia sea lo más tarde posible porque me gustaría ver crecer a mis hijas, verlas formar una familia y tener hijos y verlas convertidas en aquellas personas que deseen ser.
Yo sí que hablo de la muerte con mis hijas siempre que mencionan el tema o preguntan algo acerca del mismo. Para aliviar la angustia que a veces se percibe en sus palabras y preguntas- en cuestión de dos años han fallecido dos padres de niñas que van a la misma clase de mi hija mayor- les digo que siempre estaré con ellas aunque me vaya y que siempre velaré por ella. Que los seres que se han ido de nuestro lado siguen con nosotros- lo primero de todo en nuestra memoria- y nos protegen, que se convierten en nuestros ángeles y que ellas ya tienen varios .
A los muertos que no nos tocan de cerca se les llora poco. Se reconoce la tragedía, pero no llegamos a sentir el desgarrador dolor que supone la pérdida de un ser querido.

Dr_solaris dijo...

No pensaba haber hecho comentario alguno en este post, cuando lo estuve leyendo nada más que lo puso Enrique, pero la vida es así:

Este uno de abril ha sido un día muy duro para mí...hemos perdido a un amigo...corta edad para acabar una vida...37 años...esto hace reflexionar mucho sobre lo que somos, lo que hacemos y los planes a largo plazo.

¡¡¡CARPE DIEM!!!

En memoria de Ernesto Frías.