jueves, 22 de octubre de 2009

"Bulldog" de Instituto

Según quien lea el título, pensará:
a) en un alumno objetor del sistema, fracasado escolar, que practica mobbing con sus compañeros, y que menosprecia incluso amenaza y pega al profesorado.

b) en un catedrático "pata negra" que añora cualquier tiempo pasado como mejor, que odia las reformas especialmente si vienen de los partidos de izquierda, que sabe escribir bien y que le publican sus ironías desde el púlpito editorial del mismo modo que lanza sus "proclamas" contra el sistema educativo desde la tarima pagada por dicho sistema al igual que su sueldo.

La lectura del libro de Gianfranco Giovannone: "Perchè non saro mai un insegnante" me inclina a pensar en la opción. Ya había hecho referencia al profesorado de esta etapa educativa
en otra ocasión Yo lo cogí de una biblioteca porque pensaba que me podía ilustrar de la situación en que se encuentran los docentes en la actualidad italiana. Comencé a leerlo y me recordó algunos otros libros escritos por catedráticos de instituto españoles que venían a decir lo mismo: la culpa del fracaso escolar la tienen los políticos y los pedagogos.

Con respecto al fracaso escolar asumo la parte que me corresponde, pero exijo que todos los que tienen algo que ver, asuman su parte de responsabilidad y no "echen balones fuera", o al menos, callen prudentemente.

1 comentario:

Marta Aguilar dijo...

Hablando de los problemas en secundaria, yo creo que el principal problema es la preparación de los profesores. éstos suelen ser buenos, o muy buenos en la materia de la que son Licenciados, pero poco saben, en general, sobre enseñar, y sobre todo sobre cómo enseñar a aprender.

Y si uno es buen profesor, pero el alumno no aprende nada...¿Seguro que éste es un buen profesor? No lo creo, será un buen conocedor, pero lo importante en la educación (Y no solo a niveles de infantil y primaria) es aprender a aprender y eso son los profesores quienes han de enseñarlo.

También hay que tener en cuenta que la etapa secundaria es una época conflictiva en sí misma, no contra el instituto, sino contra todo, la adolescencia nos trastoca mucho, y eso es algo que muchos profesores no saben afrontar y que según mi punto de vista, tampoco saben pedir ayuda para afrontarlos.