1º) La injusticia y la insolidaridad. De ello nos advierte con acertada visión y mejor verbo Michael Apple. El lugar de salida no es el mismo
para todos en la loca carrera de las nuevas tecnologías. Las minorías y
los discriminados negativamente siguen estando en una posición poco
ventajosa. Si uno analiza un mapa en el que se señala hasta donde llega
Internet, se apreciará la coincidencia con el mapa del subdesarrollo.
Si
fijamos nuestra atención en los denominados países desarrollados, las
mujeres, los centros rurales o los colegios públicos no disponen de las
nuevas tecnologías con la misma facilidad que lo hacen sus contrarios.
Por tanto, y siguiendo a Apple, las nuevas tecnologías no disminuirán
las diferencias entre los grupos, sino que, al contrario, las
acentuarán. Los analfabetos funcionales engrosarán sus listas con los
analfabetos tecnológicos.
Todos
los ciudadanos deben tener acceso a las tecnologías de la información y
de la comunicación, principalmente los menos favorecidos y los
excluidos. Si esto no es así, las desigualdades sociales existentes no
harán más que acentuarse gravemente (Grupo ERT, Mesa Redonda de los
Empresarios Europeos)
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