No sé si voy a aguantar este ritmo frenético de campaña y de desdoble de roles: jefe de campaña (lo llevo en el ADN) y de candidato.
Hoy toca con el profesorado. Heterogéneo, diverso, cada uno con su origen y su historia. Lo hay de la vieja Escuela de Formación del Profesorado que han trabajado por cambiar a un Centro del futuro universitario, otros que piensan que es mejor ser cabeza de ratón que cola de león, profesorado estable, funcionario, asociado, precario, antiguos, noveles, de una candidatura o de la otra.
Y me siento como cuando me presenté a mis oposiciones: nervioso,... sabiendo que he preparado bien la lección pero que quizás me pueden hacer esa pregunta que no me sé del todo bien.
NO obstante, es un poco distinto porque tengo un equipo al lado - no sólo a los amigos que esos están siempre - un equipo decanal trabajador, competente e ilusionado y percibo que hay más personas ilusionadas con el cambio, con la posibilidad de afrontar estos momentos críticos de forma creativa y esperanzada
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