Estaba el otro día en la Cala con Grassa Toro, cuando apareció por allí Paula Carbonell. Empezamos a charrar y estas son algunas de las ideas que surgieron:
a) Este es un país cobarde y envidioso. No importa tanto lo bien que yo lo haga sino criticar destructivamente lo que hace el otro. Por tanto, cuando alguien hace algo distinto, no miramos para encontrar qué elementos de lo que hace, podemos utilizar para nuestra innovación; sino criticar su atrevimiento a hacer de modo distinto. Miedo al cambio.
b) Hay algunos "listos" que se piensan que son sabios. Y piensan que cómo en el pasado hicieron los deberes del progreso, ahora tienen autorización para comportarse como lo hacían contra quienes lucharon en sus tiempos jóvenes.
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