Parece que la polémica por el contenido ideológico de los libros de texto no se apaga ni en la era de Internet ni en la de los libros de texto digitales.
Claro que si leemos con atención la noticia, nos daremos cuenta que el problema ha estado en que el profesor no era waka - waka, es decir, no tuvo la flexibilidad de admitir que responder que Adolfo Suarez fue el primer presidente de la época democrática española porque el libro "decía" no lo decía. Es decir, que el profesor confió más en la editorial Santillana que en su propio criterio.
A lo que hubo que añadir que el niño fuera hijo de alguien que se dirigió al Heraldo de Aragón, que encontró en la "noticia", un elemento más para seguir dando caña al Gobierno.
En cualquier caso, demuestra que el análisis ideológico que los técnicos hacemos de los libros de textos sigue siendo necesaria en la sociedad del conocimiento y de la multimedialidad.
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