domingo, 16 de marzo de 2014

Educación física, intelectual y moral

En muchas ocasiones miramos a la filosofía de la antigua Grecia porque la humanidad comenzó a intentar dar respuesta a preguntas que, como diría Innerarity, necesitan nuestra constante respuesta.

Recurro a Heráclito cuando tengo que dar explicación de la innovación, de los cambios, de la volatilidad de los contextos. O a los epicúreos cuando se trata de encontrar el camino hacia la felicidad o explicar fenómenos psicológicos como la resiliencia.

Hace unos días, en una conferencia que hablaba sobre los valores, se hizo referencia a la Educación física, intelectual y moral . Y a ella me referiré hoy:

"El ideal educativo griego en la Antigüedad, se configuró sobre la base de una búsqueda de la armonía entre la educación física, la educación intelectual y la educación moral. El punto de equilibrio en la paideia griega reside en un ideal de perfección del ser humano donde se encuentran la razón tras el conocimiento, los valores éticos, la gimnasia del cuerpo y la respuesta a las tareas prácticas de la existencia cotidiana.  El paradigma educacional griego tiene todavía en el presente numerosas resonancias éticas y culturales".
Luego el físico y filósofo Herbert Spencer trato el tema y la obra fue comentada por Concepción Arenal.

De la educación intelectual, Spencer realiza una descripción de cómo era la escuela, como es ahora en muchas ocasiones, y la propuesta que él hacia.

  • Las palabras en vez de las cosas;
  • Los libros en lugar de los hechos;
  • La autoridad ocupando el puesto de la razón;
  • La rutina sustituyendo al plan razonado;
  • La memorización frente a la creatividad;
  • Las reglas generales y las abstracciones antes de conocer lo particular y lo concreto;
  • La mortificación sustituida al natural atractivo que el conocimiento de la verdad tiene;
  • La hostilidad que existe entre el maestro y el discípulo, en vez de la armonía que debiera existir.

Parece que la innovación tarda en asentarse. Ja!

La educación moral es ampliamente criticada por Concepción Arenal, supongo porque no "comulgaba" con las teorías evolucionistas de Spencer que éste autor aplica incluso a las relaciones sociales. Considera la moral a partir del hedonismo, es decir del placer, ya que se inclina a una moral utilitarista o basada en el interés. Su sistema de disciplina, la disciplina  de los resultados o de las consecuencias, de las relaciones naturales, consiste en poner al niño frente a la naturaleza y hacerle encontrar su castigo en una disminución de su bienestar. 

La educación física se alinea en el lado higienista tan característico de ese momento de principios del siglo XX.

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