Buscando la propia identidad está justificado pero hay que tener cuidado porque habitualmente conducen a -ismos que no auguran buenas perspectivas para la identidad social que también es característica del ser humano.
Tres soluciones erróneas : el nacionalismo, el populismo, el nazismo-fascismo (xenofobia).
Victor Solanas |
La primera solución busca refugio y respuesta en la identidad nacional, del grupo territorial al que se añaden unas gotas de historia común, siempre manipulada. (Para malhumorar a mis colegas de la academia de Historia, no he encontrado una historia objetiva). Resultado: podemos pelear hasta la muerte por un pedazo de tierra que creemos nos pertenece o por algo que sucedió hace unos años.
La segunda busca refugio en la masa, en el gentío, en el pueblo que en la mayoría de las ocasiones tiene un líder al que seguir fiel y ciegamente. En la actualidad, los ejemplos de populismos se muestran por todo el mapamundi. El espíritu crítico ciudadano ha dejado paso al consumidor compulsivo.
La tercera solución es quizás la más peligrosa por lo que hemos visto en el siglo XX con guerras civiles (España), religiosas ( Yugoslavia ), o tribales (Africa); y por lo que en el primer cuarto de siglo se ve florecer. Los medios de comunicación, los políticos, las corporaciones económicas alientan, favorecen, disfrutan con el enfrentamiento maníqueo del “conmigo o contra a mí”. El otro, sobre todo si lo consideramos diferente, va a ser demonizado y será responsable de todos nuestros males, problemas y desgracias.
La búsqueda de la identidad debe ser solidaria, social, espiritual, ética, respetuosa con las demás identidad. Pero quizás aquí en el cielo y cerca de las estrellas me olvido de la realidad y diseño.
Escrito a unos 10.000 metros de altitud en un avión de Norwegian con destino a Estocolmo..
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