Contemplo el espectáculo pirotécnico en las fiestas de la ciudad: Una combinación estética de luces, sonidos y olores a pólvora, aunque esta vez la distancia y la dirección del viento mitigan el olor.
Pero ahora que la guerra está cerca, no puedo dejar de pensar en los ucranianos que ven, oyen y sienten con miedo de los fuegos artificiales de la guerra.
Como decía en la publicación del lunes, no sé si atribuirlo a la inconsciencia o bien que nuestro cerebro olvida nuestras contradicciones para que podamos sobrevivir en un mundo amenazado por una bomba nuclear mientras nosotros saltamos y disfrutamos de los espectáculos pirotécnicos.
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