jueves, 14 de febrero de 2008

La conciencia del maestro

Un/una educador/a ha de ser consciente de lo que enseña, para qué va a servir y por qué lo hace. Los libros de texto son inservibles si no se analizan en su conjunto.

"Cómo se fabrican los maestros: el conocimiento pedagógico en la formación del futuro docente" titula el libro mi compañero Juan Carlos.
"Los profesores se han ausentado de los espacios sociales de producción cultural, para limitarse a reproducir, como hacendosos subalternos, lo que otros han pensado por ellos." [qué bien escribe ]
"La pedagogía tendría que capacitar e instigar a los docentes para que, en su práctica, realizaran una lectura crítica de los discursos educativos, sin olvidar en esa lectura los intereses, ideologías y disposiciones de poder que los sostienen y regulan".

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Se puede generalizar al hablar de esta santa profesión? Yo creo que no. Puede que el maestro sea un hacendoso subalterno al reproducir el contenido de la asignatura (no confundir con el objetivo), especialmente por la tiranía conceptual del libro de texto, pero deja de serlo (o debería) cuando piensa en las actividades, la metodología o la evaluación.

Verbigracia: el profe de mi hijo mayor (4º de Primaria) sigue al pie de la letra el libro de conocimiento del medio, pero cada semana reparte artículos de ciencia y tecnología extraídos de los periódicos para que los alumnos los lean en casa CON LA AYUDA DE SUS PADRES (expresamente).

Así que fijaos: un profe subalterno de los contenidos curriculares, pero humildemente innovador en las actividades.
No sólo consigue que los niños aprendan que la ciencia está en la vida cotidiana, en la realidad de los periódicos, sino que además involucra a los padres, con el debate que eso conlleva a la hora de la cena. Ayer, sin ir más lejos, la conveniencia o no de importar osos eslovenos para repoblar el Pirineo.

Saludos
Alumnator

Enrique García dijo...

Ciertamente que las cosas nunca son blancas o negras, y no diré grises por connotaciones negativas de la simbología del color, sino el resto de tonalidades.

Anónimo dijo...

Tu compañero Juan Carlos tiene muy mala leche, y se observa en los enunciados. Se refiere a "los profesores" como aquellos (salvo excepciones) que realizan procedimientos rudimentarios en su trabajo. Se refiere a "los docentes" para señalar aquellos que deben dignifican la tarea educativa. Alumnator, tu hijo no tiene "profe", tiene maestro, y los maestros hoy en día estamos considerados como un espécimen en peligro de extinción. Hasta lo indican las leyes educativas.

Anónimo dijo...

Había entrado anteriormente y se me ha escurrido hacer una búsqueda de sinónimos en el word.
Ahí van los de maestro:

Profesor
Instructor
Consejero
Ayo
Preceptor
Mentor
Director
Guía
Tutor
Principal
Pedagogo
Dómine
Catedrático
Educador
Institutor
Pedante
Conferenciante
Ilustrador
Escribano

Y aquí los de profesor:

Ayo
Catedrático
Ayudante
Discípulo
Auxiliar

Si bien es verdad que en el apartado catedrático existen diferentes sinónimos.
Por cierto, firmo como anónimo pero soy Jose Luis. Y esque sto de la URL y el OpenID, la verdad.....

Anónimo dijo...

Maestro es un término más romántico que profesor. Hace alusión a la maestría, a la sabiduría. En tiempos, el maestro era el hombre (o la mujer) ilustrado del pueblo, el portador y garante de la sabiduría de una sociedad. Nada menos. Basta ver la diferencia entre los sinónimos de uno y otro término, según apunta José Luis.

Acabo de leer "La Barraca" de Blasco Ibáñez y me ha sorprendido el papel casi protagonista que tiene el maestro de Alboraya, don Joaquín, un sabio solitario, de una pobreza digna y un juicio lúcido, entre un montón de hortelanos con la cabeza más dura que una estormadera, si se me permite el localismo.

Declaremos pues en este señalado día de San Valentín nuestro afecto, admiración y respeto por todos estos donjoaquines, incluido el anónimo que nos ha brindado su comentario a las 20:20.

Saludos
Alumnator

Javier dijo...

Creo que estos ataques hacia la figura del maestro son algo indiscriminados, se está atacando en exceso y no entiendo muy bien cual es el objetivo de los mismos.
Los maestros que se sentírán ofendidos con esto serán seguramente los que menos deberían, y los que se limitan a relatar los libros son los que más van a pasar del libro de Juan Carlos.

Desconozco quién es Juan Carlos, pero si es compañero y formador de formadores, debería ser consciente que quizá la culpa no sea de los maestros que instruye si no del que instruye al maestro.

Uno enseña como le han enseñado a él, lo que hay que hacer en las Facultades de Magisterio es enseñar a pensar, y no obligar a aprender contenidos que son olvidados rápidamente...

Si queremos que cambien los maestros deberemos empezar por la formación de los mismos.

Otra definición de maestro (para anónimo)

Un maestro es alguien que está dispuesto a descender para que otros asciendan.

Enrique García dijo...

Hola a todas y todos: (especialmente a José Luis)
Yo no he activado, o no soy consciente de ello, eso de OpenID, nombre/url, anonimo o HSC (heterodoxo sin complejos)

Que no os disuada la participación!!

macu dijo...

Acabo de entrar en esté blog y me parace como mínimo un atrevimiento emitir juicio de valor sin conocimiento de causa.En este caso me temo que la mayoria de los comentarios realizados sobre el libro de Juan Carlos González Faraco se realizan sin haber leido el libro o por lo menos sin haber tenido en cuenta el espíritu que subyace en el mismo.
el libro, desde mi punto de vista reivindica la figura del maestro y no la denigra.otra cuestion es que existan alumnos que no le den a la profesion que van a tener la importancia que tienen y la responsabilidad que lleva implicita.
Inmaculada Fernández, una amiga de Cáceres.

Enrique García dijo...

Hola Macu:
Gracias por tu intervención. Los blogeros de este blog son impulsivos, pero también flexibles, y saben reconocer cuando han prejuzgado.
No obstante, viene bien que desde fuera, y no desde el administrador del blog, se den "toques de atención".
Por favor, seguid participando todos. De los errores propios y escuchando (leyendo) a otros es como aprendemos.