El otro día encontré un libro en la estantería que había comprado porque trataba una de las coordenadas que considero fundamental en la escuela y en la realidad: el espacio.
"Las paredes del aula contienen marcas de la actividad escolar y, por tanto, poseen formas de representación que permiten diferenciarlas a simple vista de las paredes de una casa, una oficina o un local comercial." (...) "...en el caso de la escuela primaria pareciera que en todas las aulas opera una primera selección, en la que se determina qué elementos pueden incorporarse a las paredes de la escuela, cuáles son pertinentes y cuáles no."
La autora, Gabriela Augustowsky, propone las siguientes preguntas para el debate:
"¿Resulta beneficioso atenuar las diferencias y los gustos particulares en pos del espacio de trabajo común? La inclusión en el aula de marcas personales, ¿podría favorecer la apropiación, la habitación intencional del espacio escolar? ¿Existen representaciones escolares que educan y representaciones no educativas? ¿Por qué son tan escasas en las aulas las producciones consideradas valiosas en contextos extraescolares? ¿Qué pierden y qué ganan los alumnos al privarlos de la multiplicidad, contradicción y 'desprolijidad' propias de la cultura, el arte y el diseño contemporáneos".
¿Qué razón ha llevado a seleccionar determinado tipo de representaciones en detrimento de otras?
¿Por qué se las ha organizado de un modo particular en el espacio?
¿Por qué participan más enfáticamente de un tipo de discurso, de un planteamiento metodológico?
¿Qué pensáis vosotros de todo esto?
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