Aprovechando mis vinculaciones con Milano, asisto a la exposición curada por Concha Lomba, de extensión cultural de la Universidad de Zaragoza.
Me gusto, a pesar de que los comentarios en el libro de visitas se lamentan de que aparece poco Goya (están los tiempos como para ir prestando cuadros de nuestro pintor) o de que en las salas del Palazio Reale faltan bancos para poder contemplar una grandiosa, también en tamaño, exposición.
Mi comentario en el libro fue que me asombra como un pintor nacido en un pequeño pueblo como es Fuendetodos, con 174 habitantes, en el siglo XVIII haya podido influir en pintores de lugares tan alejados y tan cosmopolitas: de Delacroix a Klee, de David a Kokoschka, de Victor Hugo a Mirò, de Klinger a Picasso, de Nolde a Bacon, de Kirchner a Pollock, de Guttuso a de Kooning.
La Muestra se organiza en torno a cinco secciones: 1) Los retratos; 2) La vida de cada día; 3) Cómico y Grotesco; 4) La violencia; 5) El grito.
Os invito a venir a verla, aunque con el volcán islandés gracioso, no es muy fiable tener que tomar el avión para desplazarse. Pero la situación de emergencia pasará: la exposición está hasta final de junio.
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