La huelga de controladores me llevó como turista hasta el Principado de Andorra. Me habían advertido de su amabilidad, pero uno que empieza a acostumbrarse a ser un consumidor consumido y maltratado por los vendedores que consideran que debemos consumir o no hacerles perder su pagado tiempo; creía que no sería posible en un lugar en el que caben 100 y llegan 200 turistas.
Lo único malo son las filas pero si no tiene mapa ni GPS no se preocupe porque el guardia urbano, en medio de un caos de vehículos, le permitirá pararse para preguntar una dirección, le indicará de modo sonriente por donde debe ir y le aconsejará paciencia en el traffic jam.
Al llegar al hotel aparque sin problemas en la puerta. No se puede aparcar pero descargue las maletas con tranquilidad y cuando termine aparque bien.
- Perdone, no llevo el bono ni puedo imprimirlo porque no me funciona la PDA.
- No se preocupe. Imprímalo en nuestro ordenador. Pase por aquí.
Y así todo...
Muchas colas, mucha gente, pero mucha paciencia y amabilidad.
También me ha permitido conocer su Universidad. Había mantenido un contacto vía Internet con los colegas de la Universitat d'Andorra.
La gente de los sitios pequeños está ansiosa por conocer lo que hacemos en las grandes poblaciones pero en realidad somos nosotros los que tenemos que aprender de ellos.
En Aragón, si tenemos cuatro que quieren hacer Bellas Artes montamos una Facultad que nos cuesta más que becarlos para ir a un lejano país.
En Andorra, son cuatro y por eso convenían con otros para enviar a sus estudiantes a formarse de una forma adecuada a las necesidades de su pequeño país.
En España, nos gusta ser originales. Cuando todos los países europeos convergen en tres años de grado y dos de post grado, nosotros lo hacemos en un 4+1.
En Andorra, que no es un país de la Comunidad Europea, han elegido el 3+2 de casi todos los países incluso le han dado la denominación BATXELOR de sus inventores, los ingleses.
Gracias colegas. Pensabais que en nuestra entrevista ibais a aprender de mí, pero en realidad el que ha aprendido he sido yo.
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1 comentario:
Estoy absolutamente deacuerdo con tu opinión; hoy en día la especie del vendedor de trato afable es prácticamente una especie en extinción en nuestra sociedad... y me alegro por tu maravillosa experiencia, y es cierto que en lugares en donde pensamos que no vamos a sacar nada en ocasiones nos sorprendemos gratamente, ¡¡por qué no nos a costamos sin aprender algo nuevo!!.
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