Imaginación o Vergüenza

Como comprobaréis estos últimos días no escribo con la frecuencia adecuada (me salto días, llego tarde a la cita) ni tampoco lo hago con la ilusión y el sentido positivo característico de los educadores y los pedagogos.

Veo no sólo nubarrones en el cielo, sino que contemplo un cielo gris, negro en el que no se atisba ningún hueco que anuncie que va a escampar.

Y me duele tener este sentimiento porque vuestras muestras de apoyo son muchísimas. El día 23 después del día de la Facultad, recibí muestras de apoyo tanto del acto de la mañana con los recién titulados (egresados) como de los actos de la tarde con los MENOS recién titulados ( había algunos que habían acabado antes de que yo llegara en 1979 a la Escuela Universitaria del Profesorado).

Algunas de esos apoyos fueron públicos y otros privados que guardo para enmarcarlos y para leerlos en momentos como hoy.

Pero todo este "rollo" es porque el edificio de la Facultad de Educación, que considero símbolo de la educación aragonesa e indicador de lo que le importa la misma a nuestro Gobierno autónomo: "no le importa un comino".

Desde el gobierno autónomo se nos ha pedido IMAGINACIÓN, y  les aseguro que la hemos tenido:
- hemos colocado 2200 estudiantes y 200 trabajadores (PAS y PDI) en ocho sedes, lugares, sin tener que sacarlos a la calle para no molestar.
- me he puesto a pedir dinero a la lista FORBES como si fuera un decano mendigo
- trato de ver si entre los egresados de la Facultad encuentro a alguno o alguna que emparentara con un millonario.
- el próximo día 3 de diciembre realizaremos una JUNTA DE FACULTAD a las 13 horas a la que están invitados toda la comunidad de la facultad y todos los que deseen asistir

¿QUÉ MÁS IMAGINACIÓN QUIEREN?

Como en el póker, que está tan de moda,  ahora le toca jugar al otro jugador,

¿ Cuánta imaginación lleva, estimado Gobierno?

Los presupuestos de la comunidad autónoma para el año 2013, indican la redonda cifra de 0 (cero) para las infraestructuras en la Universidad.

El edificio casi concluido quedará  como símbolo de la dejadez y  no de la preocupación de la sociedad aragonesa por la educación. Un edificio que albergaría a los futuros docentes  de la ciudadanía aragonesa de la mitad del siglo XXI, que serviría de punto de encuentro de los profesionales aragoneses de la educación de todos los ámbitos educativos, de lo formal, de lo no formal; un edificio que mostraría a la sociedad española, europea y mundial que Aragón,  a pesar de la crisis, apuesta por el futuro.