A principios del siglo XX, la clase pudiente, es decir, los ricos acudían a la playa con sombrilla para no adquirir un tono de piel que recordase a los peones que trabajaban en el campo.
En los años 60 y 70 del siglo XX, cuando se empezó a considerar que el moreno de playa delataba a quienes podían acudir de vacaciones a un lugar en la costa; se hablaba del "moreno albañil" que era el que adquirían los peones en la obra que estaba delimitado por los bordes de la camiseta de tirantes.
Cuando las vacaciones de la playa se popularizaron, la clase pudiente encontró la distinción en el "moreno de montaña", ese que marcaba en la cara las gafas protectoras de sky.
Las mascarillas del covid han traído otros tipos de moreno que delimitan nuestra parte tostada de la parte oculta al sol; aunque quizás nunca lo apreciaremos porque cuando podamos quitarla ya habrá llegado el invierno.
Por otra parte, con gafas de sol y gorra para la calvicie queda poco espacio para broncear.
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