Elecciones

 Dedicado a todos aquellos que gritan, porque no lo dicen, sino que lo GRITAN, lo de "Arriba España" y cantan voluntariamente el "Cara al Sol", ese que algunos tuvimos que cantar obligatoriamente.

Porque antes de tener esta incompleta democracia, tuvimos una democracia orgánica que no se entendía muy bien qué quería decir pero que popularmente se traducía "porque le sale de sus órganos (sus cojones, para quienes anden despistados)", de los órganos del dictador y su camarilla.

Yo no era muy activista pero, incluso así, el miedo a ser afectado por la violencia institucional existía. Porque las acciones eran arbitrarias y si no eras culpable, eras sospechoso por llevar el pelo largo o simplemente por ser joven universitario. Todavía recuerdo la zozobra de los días posteriores al atentado a Carrero Blanco y, cómo regresando por Navidad a casa en el autobús oficial de la Universidad Laboral de Córdoba, fuimos parados por la Guardia Civil con la excusa de que llevaba una luz trasera fundida. En realidad era un control de un autobús lleno de jóvenes que circulaba en la madrugada cercanos a Madrid. O cómo viví la muerte de Franco en un Colegio Mayor dependiente del Movimiento en Valencia, en el que había muchos simpatizantes franquistas y mi grupo era de los que escuchábamos en la habitación a Lluis Llach, Raimon, Paco Ibañez, Serrat, Labordeta, Carbonell, Aute y otros cantautores. 

Incluso, muerto el dictador, hubo que soportar acciones no sólo del terrorismo de ETA y el GRAPO, sino también de grupos nostálgicos que asesinaban manifestantes o abogados laboralistas en el atentado de Atocha.

Pero es mejor señalar lo que significó la primera que pude elegir democráticamente por tener ya la edad suficiente señalada en la constitución. Anteriormente las cortes Franquistas estaban constituidas por procuradores designados por el Caudillo, y otros elegidos procedentes de municipios, sindicatos y familias . Este último tercio solo desde el año 1967 y solo para los casados varones mayores de 21 años y las mujeres mayores de 25 años. 

Las primeras elecciones democráticas fueron el miércoles 15 de junio de 1977 y antes tuvimos una campaña electoral sin redes sociales pero con mitines en plazas de toros y estadios a los que asistíamos ilusionadamente. Escuchábamos a los candidatos y se cantaban proclamas a la libertad. A la libertad de verdad, la de poder opinar, la de poder discrepar y no sólo en el bar.

Me sirvió para ganar unas pesetas metiendo propaganda para la UCD en los sobres. Era un trabajo fácil, divertido y en el que compartías opiniones con personas que no necesariamente compartías ideología. La militancia de ese partido era escasa y con muchos anillos para rebajarse a esa tarea tan prosaica como meter propaganda en sobres.

Luego la noche de las elecciones, escuchando y viendo los resultados provisionales ante el televisor durante toda la madrugada, amenizados con entrevistas, películas y shows grabados. Como lo echo en falta ahora que se conocen los resultados casi inmediatamente al cierre de los colegios electorales. Los resultados finales no se conocieron hasta el telediario del mediodía.

También echo de menos el clima de diálogo existente entonces aunque nos encontrásemos con políticos franquistas junto a políticos recién salidos de la cárcel. ¡Qué distinto es ahora! 

Quizás a nuestros jóvenes, les hemos enseñado que las ideas propias son fundamentales y que el resto están equivocados. Al igual que a nosotros nos decían que sólo los católicos, apostólicos y romanos eran los "hombres de buena voluntad".

Por tanto, hay que leer más historía o bien preguntar y escuchar a los mayores, aunque no sean, abuelos.