En periodo electoral, los partidos políticos hacen propuestas para mejorar el sistema educativo, lo que es lógico, porque la educación precisa de atención y mejora permanente. En este blog, hay una etiqueta con casi dos centenares de entradas que invito a leer.
A veces me preguntan qué me parece el nuevo curriculum. Mi respuesta es que será muy parecido al anterior, que hay muchos intereses en juego y no siempre pensando en el destinatario o el bien común. Y además, son cambios que se realizan sobre el papel que lo aguanta todo pero luego tiene que ser ejecutado por maestros, profesores y finalmente depende de unos aprendices que tienen "mochilas", circunstancias, contextos y situaciones muy diferentes (favorecedoras o desfavorecedoras) para afrontar el curriculum que etimológicamente procede de la palabra "carrera".Hace unos días me saludo una profesora de Economía que trabajaba en la ACPUA cuando yo era Decano y teníamos que evaluar la "calidad del Máster de Profesorado de Secundaria" (máster del Universo para los amigos) y afirmaba que ahora había mejorado mucho. Sólo tuve tiempo para sonreír y manifestar con mi expresión facial que aquello era una perogrullada porque el Máster hubiera mejorado incluso sin la intervención de la Agencia de Calidad y sus recomendaciones porque:
- Habían pasado diez años desde su implantación y los estudiantes no habían conocido el antiguo CAP donde no había exámenes, ni clases y los trabajos sustitutorios se copiaban o se compraban.
- Los profesores habían adecuado su discurso y su comportamiento ante estudiantes que ya eran licenciados o graduados, es decir, de una edad mayor a la que estaban acostumbrados a tratar.
- La administración se había adecuado a una situación nueva.
Por eso, ni deberíamos tener grandes expectativas sobre los nuevos planes de estudios ni demonizar inmediatamente nuevas prácticas.
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