Cuando mi edad rondaba los veinte años pensaba que mis padres no entendían la forma de pensar y de actuar de los jóvenes, pero que esto no me sucedería a mí. Supongo que me dirían aquel refrán de "No digas nunca de este agua no beberé, ni que este cura es mi padre". y tenían razón porque no entiendo determinados comportamientos de las personas entre veinte y cuarenta años.
- El amor desmedido, humano, por sus mascotas.
- Llegar tarde a un espectáculo infantil acompañado por sus hijos.
- Pasar los semáforos en rojo en compañía de sus hijos.
- Montar peligrosamente dos personas en monopatín eléctrico.
- Tolerar conductas inapropiadas de los niños porque son niños.
- Los jóvenes, los recién adquirida la mayoría de edad, pasan su tiempo libre sentados junto a una maquina tragaperras.
- El cambiar su vestuario cada temporada. Tener los armarios atiborrados de ropa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario