Antes, en el antiguo BUP no había orientadores y las cosas medio funcionaban -con todas las deficiencias, selecciones de alumnado, errores, etc, que quieras. Llega la LOGSE y vienen los orientadores. Los profesores que dábamos clase desde hacía tiempo nos encontramos, de repente con gente nueva que nos daba el siguiente mensaje: "Tienes que cambiar, lo que has hecho hasta ahora no sirve, no sabes dar clase. Yo te voy a enseñar". Y eso lo decía alguien que no había dado clase en su vida. Tienes que reconocer que se produjo un agravio y que muchos de los orientadores recién salidos de la facultad mostraron poco respeto y actuaron con demasiada prepotencia. Tenian que haber sido más humildes. Es mi opinión.
Luego, con el pasar de los cursos, pues hay de todo; hay orientadores que no entran en las horas de tutoría, que no pisan un aula o si la pisan es con el profesor que impone respeto, silencio, orden y control de la clase, hay orientadores que se dedican a hablar con los alumnos fuera del aula, en su despacho, y no conocen al alumno en su medio y luego nos dicen a los demás cómo es el alumno, hay orientadores que entran en las tutorías hacen su trabajo en ellas, hablan con los alumnos en su despacho, observan a los alumnos en su medio, hablan con sus padres, etc.
Yo no niego que no tengais un gran trabajo que desarrollar y que hacer, pero por favor, con humildad y reconociendo que los que estamos al pie del cañon hacemos nuestro trabajo de la mejor manera posible, que conocemos a los alumnos y que algo podremos decir de ellos por la sencilla razón de que los tenemos todos los días”.
martes, 20 de noviembre de 2007
Orientadores y profesores
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