martes, 4 de noviembre de 2008

Ciudadania es creación política

" El alfabetizador tiene muchas posibilidades de trabajar a favor de la producción ciudadana, la cual ha sido negada a las grandes masas populares. Para ello, es necesario que el alfabetizador esté consciente de que ésta también debería ser una tarea suya, además de la propia alfabetización. Al enseñar la lectura y la escritura de la palabra, el alfabetizador tiene el deber político de trabajar en el sentido de producción del ciudadano. Antes que nada, el alfabetizador debe capacitarse científicamente antes de poder alfabetizar. Él también necesita saber enfrentarse con los problemas del lenguaje." (Paulo Freire)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como vimos en el post "Primun vivere, postea alfabetizare", los campesinos no sabían para qué y por qué hay que saber leer y escribir.

El alfabetizador, por eso, tiene que ser consciente de ello, uno de los problemas del lenguaje y de otro tipo que puede encontrar.

El método de Paulo Freire es uno de los primeros que conocí cuando empecé la carrera de Magisterio. Me gustó mucho aunque parezca "antiguo" porque consigue relacionar la teoría y la práctica, lo que hace que los adultos que van a aprender a leer participan de forma crítica y desde sus experiencias. De esta manera pueden llegar a saber a leer de manera funcional (que le sirva también para vivir, es decir, para ser ciudadano) y no mecánica.

Anónimo dijo...

Cuando uno estudia magisterio para dedicarle a ello su vida es consciente de que se morirá maestro (no hay posibilidades de salir de la profesión a no ser que estudies otra cosa para obtener otros perfiles). Freire (que nunca se pasará de moda) entiende que la vida del educador y de las enseñanzas que imparte está yustapuesta a la vida del educando y a las necesidades que cubrirá con la formación que recibe. A cambio, el educando participará con su experiencia en la formación del educador. Es un modo de creer que ambos serán más libres y, por lo tanto, participarán en un contexto democrático excepcional. La práxis hace más personas a los sujetos implicados en tareas formativas.