Muy de acuerdo con tu entrada. Me gustaría señalar lo que han decidido en un pequeño pueblo zaragozano, otro grupo de indignados: un grupo de jóvenes que viven en el mismo aunque deben trabajar en la gran ciudad, deciden presentarse a las elecciones por un partido que en la anterior legislatura tuvo 2 concejales frente a los 5 del partido, -quizás podríamos decir del pequeño cacique - .
Y su ilusión por trabajar y la de la gente
de cambiar consigue que los resultados de 2011 sean justo los contrarios: 2 para el partido
que estaba gobernando y 5 para los ilusionados.
Ayer, tomaron posesión: 1000 euros en las arcas y hasta tres préstamos que pagar pero abiertos a la participación, ilusionados y con un objetivo muy claro y definido: mejorar la calidad de vida de su pueblo y de generar empleo.
¿Quién dijo que esta juventud estaba muerta y parada?
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