La semana pasada visitamos el Museo Pedagógic
o con un grupo de estudiantes de Primer curso que participan en la asignatura de Contextos educativos con el programa de Aprendizaje Servicio. Por eso, también acudieron a la visita, los residentes de la Fundación Federico Ozanam - Oliver.
Esto significó una visita un tanto peculiar porque los mayores explicaban a los jóvenes la escuela de su tiempo.
Nunca me gusto la historia de las batallas, los reyes y los lugares que nunca había visitado; pero cada vez que me acercó a la historia de la educación, me siento atraído por ella. Quizás porque durante mi licenciatura hice algunos trabajos con mi compañero González Faraco sobre el magisterio durante el siglo XIX o la formación del profesorado durante la Segunda República española.
Pero sobre todo me atraen los objetos, los espacios porque detrás de cada libro, de cada plumín, de cada pupitre, de cada pizarra, de cada globo terráqueo, del "manolo" (denominación que recibía el maniquí con los músculos), hay una historia, una vivencia, unas emociones que llegan como en una analepsis, flashback como se dice ahora.
lunes, 21 de octubre de 2013
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