Con motivo de una visita docente a la Università degli Studi di Bergamo en la que tenía que hablar de los MRP (Movimientos de Renovación Pedagógica), volví a curiosear la revista Acción Educativa, número 98 de mayo de 1998, hace 20 años. Casi no recordaba que fue un momento en el que junto a Grassa Toro (enlazar a la Cala) fui miembro del Consejo de Redacción de dicha revista. Pero lo que me sorprendió es volver a leer mi artículo “Las siete virtudes
de las NN.TT.”. Me parecieron tan actuales, me sorprendió mi capacidad
visionaria, que he decidido ir metiéndolos poquito a poco en mi blog.
“Si
en el anterior número expuse las desventajas de las nuevas tecnologías,
ahora debo resaltar las posibilidades que nos ofrecen. La tarea resulta
más difícil ya que no deseo ser confundido con un vendedor, con un filotecnólogo
que no cuestiona la bondad de las novedades tecnológicas. Por eso,
trataré de mantener un tono crítico para no desembocar en una utopía orweliana,
donde los avances de las tecnologías de la comunicación son
aprovechados para el control de muchos y para el beneficio de unos
pocos.
No
obstante, la virtud, el lado positivo se encuentra condicionado por la
ideología que uno elige y defiende. Por eso, podemos afirmar que la
tecnología es neutral y que es su utilización la que provoca un mal uso o
un abuso siempre en función de la ideología de la que partimos. La
ideología didáctica que defiendo se basa en un aprendizaje
significativo, solidario y socializador.
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