miércoles, 1 de julio de 2020

El coladero del COVID


Creo que nunca he sido un profesor “hueso”. De esos de los que suspenden a muchos alumnos porque antes de que el Espacio Europeo de Educación Superior señalara que hay que valorar el proceso además de los  productos, yo  tenía en consideración todo el trabajo que los estudiantes desarrollaban a lo largo del curso, PERO ...

En los últimos días he recibido más de veinte solicitudes de revisión de tribunal al amparo del proteccionista Reglamento de Normas de Evaluación de Aprendizaje de la Universidad de Zaragoza frente a los criterios de profesorado del que conozco su ecuanimidad, incluso cariño y comprensividad con los estudiantes.

El Consejo de Gobierno deja presentarse al Trabajo Final con 12 créditos pendientes, es decir, 2 asignaturas de un total de 240 créditos.

Leo la noticia de que se presentan 1200 estudiantes más que en el 2019 a la EVAU en Aragón.

Es decir, como en la política existen listillos y listillas que aprovechan la oportunidad para victimizarse y sacar provecho. A rió revuelto, ganancia de pescadores, dice el refrán.  Y lo peor, es que lo facilitamos.


2 comentarios:

PEDAGOGAS Y LA TECNOLOGÍA dijo...


Creo que debería verse cada caso en concreto, estamos ante una situación nueva aunque como bien comentas y estoy totalmente de acuerdo listillos hay en todos sitios y debería de ponerse límites, a largo plazo se puede convertir en un problema mayor, llegar a cursos superiorers sin tener las bases mínimas.

Anónimo dijo...

Una vez leída la entrada de Enrique García “El coladero del COVID” he caído en la cuenta de la poca atención que se ha puesto en este asunto. Este año 2020, más concreto desde el mismo comienzo de la pandemia se da un antes y después en la Educación. Desde infantil hasta la Universidad, alumnos y alumnas se han visto afectados en mayor o menor medida. Profesores desbordados teniendo que ponerse al día con las nuevas tecnologías, con conceptos hasta ahora vistos de una manera superficial en muchos casos e incluso estableciendo un vínculo más estrecho con las familias a través del seguimiento por videollamadas con. En mi sus alumnos, zoom, skype, etc. han sido el día a día de todo este conjunto de personas que han pasado de un momento a otro a esta situación sin preparación, sin previo aviso y teniendo que adaptarse a los problemas que irían surgiendo (alumnos y alumnas que no contaban con nuevas tecnologías, tener que dar temario pero esta vez de manera online con todo lo que eso conlleva, etc.).
Ahora bien, ¿dónde queda el límite?, profesores y profesoras que han sentido la necesidad de ser demasiados comprensivos en algunas ocasiones, y alumnos y alumnas que han visto una oportunidad, en la pandemia, para aprobar aquellas asignaturas difíciles, excusarse ante las circunstancias, etc. Hay quienes han aprovechado esta situación eficazmente, se han matriculado en estudios y así han aprovechado la falta de empleo utilizando el tiempo para conseguir objetivos, y hay quienes han sacado provecho pudiendo victimizarse en muchas ocasiones o utilizando la situación como excusa. En mí opinión debería estudiarse cada caso concreto y ver quién cumple con las circunstancias acordes a ser más comprensivos y quiénes son esos listillos y listillas.