Este bisiesto 2020 ocupado por esta situación de confinamiento, me lleva a pensar dónde estaba los años anteriores en este 19 de julio porque en los últimos dos años, el mes de julio ha significado: Tour de Francia, aire libre, autocaravan, nuevas experiencias cada día.
En 2018, estabamos en la mítica etapa del Alpe d'Huez después de haber pasado la noche conduciendo para poder alcanzar a los ciclistas.
En 2019, era en una ciudad donde el tour ha llegado en casi todas las ediciones: Pau. En los Pirineos, un calor horrible en la Plaza Vandome pero me había encontrado con mi hermana que llegaba al Tour ilusionada con pasar por el pueblo natal de nuestro padre.
En fin, este 2020, se caracteriza por: confinamiento, encerrados, suspendido, no a las concentraciones de masas. Porque es el público, la fiesta, la alegría, la emoción lo que caracteriza a un Tour que este año está aplazado y que no tendrá ni el calor metereológico, ni el calor de las masas de público internacional que lo seguimos.
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