Convivencia cantatutti.- Jaca 12 -15 de noviembre de 2021
El coro Cantatutti ha realizado una reunión de convivencia fuera de Zaragoza para afianzar el trabajo que semanalmente (martes y jueves) realiza. Pero sobre todo para que el alejamiento del entorno, del trabajo, de la familia, favorezca el acercamiento entre los diferentes miembros del grupo que incluyen personas de diferente género, capacidad, estudios, nacionalidad y edad.
Los coros como los equipos de fútbol, además de tener un “Messi” necesitan de que todas las cuerdas vayan a UNA porque de otro modo no es un coro, sino que es un grupo de personas cantando, como proclama nuestro director.
Algunas cifras y datos del encuentro:
Han asistido sesenta y ocho personas, 22 hombres y 46 mujeres. Los más numerosos los jóvenes entre 18 y 25 años. La mitad son personas nuevas que se han incorporado este curso al Coro
Pertenecen a nueve nacionalidades distintas de cuatro continentes: china, italiana, alemana, canadiense, coreana, francesa, ghanesa, rumana, además de la española. Sin olvidar, a aquella persona que por el origen de sus progenitores y de su experiencia vital la relacionan con tres continentes.
Agenda:
La agenda está apretada. El viernes, una hora antes de cenar, se destina a cantar para ir recibiendo a los participantes. Después de cenar un “ratito”, un par de horas, con dinámicas de grupo para conocerse y romper hielos.
El sábado contempla ocho horas de trabajo:
Comienza con un “cariñoso” despertar a las 7:30 a base de tambor para desanimar a cualquiera a permanecer bajo las sábanas en brazos de Morfeo.
A las 8:00, la agenda indica Good Morning pero debería ser Cold Morning porque ha consistido en salir a correr-caminar por los parques de Jaca con una temperatura de tres grados centígrados. Los ciervos de la Ciudadela nos observan sorprendidos al ver a ese numeroso grupo de animales-personas a esta hora tan temprana.
Sirve para que Susana Carrasco nos dé un clase de aerobic y para que Bruno López de una lección de historia del Arte en la Catedral.
A las 10:00, después de desayuno y aseo, seguimos con el trabajo que contempla:
- Despertar vocal
- Trabajo por cuerdas
- Trabajo con los gestos de la lengua de signos.
- Y trabajo todos juntos.
Por la tarde, después de comer, no hay siesta sino que volvemos a ensayar de forma separada los chicos y las chicas durante dos horas. Una canción cada hora. Para finalizar en la tercera hora de trabajo todos juntos. Hemos aprovechado para grabar nuestras canciones aunque, como suele ocurrir, la versión que mejor hemos interpretado no estaba preparada la cámara. La repetición ha salido bien pero no mejor que la que estaba grabada.
Al finalizar, Borja Juan, nuestro director, ha agradecido a Carmen Dieste que nos acompañó con el piano; a las profesoras Iciar Nadal y Belén López que también han estado trabajando con los grupos. A la asociación con su presidenta Alexandra Hususan que organizó todo el operativo. A Lucía Muñoz y Alexandra Hususan que trabajaron la Lengua de signos.
Igualmente, nos ha felicitado a todos por nuestro trabajo de concentración y que, a pesar del cansancio, lo hayamos dado todo, no haya habido quejas y que el entusiasmo se ha difundido.
Le hemos devuelto las gracias con un aplauso. Si un coro precisa del trabajo coral, también necesita de una dirección que ejerza un liderazgo amable, entusiasta, imperceptible, optimista, único
El despertar del domingo por la mañana fue más duro ya que el sábado noche y la juventud de los cantatutti eran un coctel perfecto para alarga la madrugada. Pero a las diez y diez, un ligero retraso, estábamos de nuevo en el salón de trabajo. Después de las tareas de ayer, hemos dedicado a repasar algunos detalles de algunas de las piezas. Han sido siete canciones ensayadas con sus respectivos gestos, siete canciones para el repertorio.
Después de comer, vuelta a casa cansados pero con la satisfacción de haber alcanzado los objetivos.
Pero la inclusividad, la multidiferencia exige del respeto, de la solidaridad, de la comprensión, de la preeminencia del bien común por encima de la individualidad y de los “derechos” de las personas. Porque un coro inclusivo respeta a la individualidad pero los integrantes deben respetar al coro porque sin el canto coral no hay desarrollo personal.
Somos un colectivo numeroso y la convivencia ha servido para poner en marcha un comité de personas mediadoras porque somos muchos y porque la pandemia ha dejado nuestras cabezas un poco trastocadas.
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