martes, 25 de enero de 2022

Asturias destino querido_3

 Segundo día: se decide hacer el camino hacia la playa de Ribadesella andando. Pasamos por el Mirador de Ardines donde se contempla una perspectiva en picado de la Villa de Ribadesella y la playa de la Marina. Nos orientamos como se hacia antes: por intuición y preguntando a los lugareños que te confirman y amplían tus informaciones. Durante la caminata, el paseo, la vista se regodea con las colinas verdes salpicadas de viviendas de piedra, el gris sólo rellena el cielo. El verano con sol radiante se resiste a llegar al Norte de España.

La comida es otra recomendación de Toni: Sidrería La Guía. Cuando conseguimos obtener una reserva para comer, nuestro almuerzo se retrasa a las cuatro de la tarde. El Menú siguiendo las recomendaciones escritas por “nuestro guía particular” consiste en:

- Lapas al estilo tradicional, no afogadas que se secan mucho;

- Lomos de bonito maravillosamente aliñados; 

- Pantrucu (El Pantrucu o Emberzao es un extraordinario embutido típico del Oriente asturiano, similar a la morcilla, pero que incorpora harina de maíz y de trigo, además de la tradicional cebolla, el tocino de cerdo picado, la sal, el pimentón y la sangre. El amasado se envuelve en hoja de berza y se cuece en agua unas tres horas) 

- El habitual Cachopo, 

- todo regado con sidra Viuda de Alfonsin escanciada diligentemente por la camarera.

Finalizamos de comer a las seis de la tarde por lo que solo resta regresar a nuestro paraíso del Hotel El Carmen. El clima del lugar es ideal para leer, pensar, conversar. La paz de jardín invita a la lectura aunque algunas dejan caer sus párpados. 

Casi sin darnos cuenta, llega la noche pero nuestros estómagos están saciados de la copiosa comida y su hora de conclusión. Sólo hay apetito para un yogurt y una pieza de fruta antes de acostarnos.



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