miércoles, 21 de septiembre de 2022

Bergen: El Agua

Hemos sido muy afortunados los días anteriores porque ha brillado el sol. Los días de lluvia previstos son de veintidós en el mes de septiembre. Hoy, que aparecen las primeras nubes, aprovechamos rápidamente para intentar ver el Naerofjord que está a una hora y media del puerto de Bergen. 

Acudimos a la oficina turismo para obtener información y comprar la tarjeta Green Card que te ofrece descuentos. Aunque estés de vacaciones te recomiendo hacer números y ver su rentabilidad. No resulta fácil obtener rentabilidad, ya que muchos museos son completamente gratis.

El barco sale por la tarde noruega, es decir, a las 14 horas. Aprovechamos la mañana para visitar la Fortaleza, dependencia militar, utilizada en la actualidad para recepciones. Ha sido reconstruida porque fue dañada de forma importante durante la II Guerra Mundial al explotar un barco en las inmediaciones. Me sorprendió contabilizar más de 150 sillones bajos todos iguales en torno a una veintena de mesas de madera. No había nadie a quién preguntar su finalidad.

Para conocer un poco más la vida noruega, nos pusimos como meta encontrar un libro sobre su mitología. De la búsqueda, dos enseñanzas: las galerías comerciales no son como las de España y hay muchos negocios que combinan el ser una galería de arte con otra actividad.

La excursión a Monstraumen merece la pena: al principio se trata de un fiordo amplio con laderas edificadas porque se trata de los alrededores de Bergen. No siempre las construcciones son bellas, pero según nos adentramos se comienzan a ver lugares idílicos. Hemos elegido un buen lugar en el exterior del barco, justo detrás del puente, que recomiendo porque cuando nos asomamos a proa el viento nos recuerda la latitud a la que nos encontramos. Es decir, frío.

El barco que ha ido a toda máquina reduce su velocidad cuando llegamos a lugares de estrechamiento que las normas de navegación obligan y nos permiten contemplar el paisaje desde el exterior ahora que ha salido el sol.

Llegamos a Monstraumen y el barco se acerca a la cascada hasta tocar la roca. No solo nos permite tocar el agua sino que el capitán reparte unos vasos de plástico para que podamos coger agua directamente de la cascada. Muy emocionante el momento que aumenta al saborearla.


El agua es Noruega es buenísima. En todos los lugares de restauración te la ofrecen gratuitamente sin necesidad de pedirla.

Para completar el día, decimos hacer una cena saludable en el DAYLI POT, donde sopa o ensalada la personalizas con diferentes componentes  de productos saludables: zanahoria, patata cocida, remolacha, brócoli.

Y colorín colorado hasta el próximo día


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