Sentimientos tras unas elecciones

INCERTIDUMBRE 

La derrota de la razón, de los números y la victoria de los sentimientos, de la tripa, del cabreo ante el que gobierna porque no nos gusta o simplemente escuchamos el énfasis de los intereses de los otros.

Se equivocaron dejando llevar a toda España lo que pasaba en Madrid. Consiguieron que el sentimiento castizo inundara toda España, el sentirse la capital del Reino:

- porque los pueblos no son Madrid

- porque las ciudades de provincia del interior no son Madrid

- porque las ciudades y pueblos de la costa no son Madrid

- porque las comunidades ricas no son Madrid aunque están más cerca que aquellas que tiran adelante con los pocos recursos con que cuentan

Porque Aragón no es como la comunidad Catalana, ni como la Comunidad de Madrid; ni Zaragoza es como Madrid. Pero el sentimiento y el discurso político de lo que ocurre en Madrid es transmitido por los medios de comunicación que cada vez arrinconan más a sus emisoras locales. ¿Se han dado cuenta que cualquier Radio local tienen menos minutos para disfrutar de lo que emplea la sede central?

HARTO

Estoy harto de los mentirosos, de los populistas.

Estoy harto de los desinformados, de los presuntuosos.

Estoy harto de quienes se benefician de las mejoras de un gobierno progresista pero votan a quienes les prometen derogar esos privilegios.

Estoy harto de que los ideales de patria, bandera se antepongan al bienestar ciudadano. 

Estoy harto de quienes desean destruir mejor que construir, que generar proyectos de justicia, de bienestar, de respetar la naturaleza, el medio ambiente.

Estoy harto de los que gritan, de los que señalan responsables ajenos.

ACABAR CON EL SANCHISMO

"Acabar con el Sanchismo". Además de todo el progreso para los débiles que quieren derogar la derecha, me quiero centrar en lo que vamos a perder a nivel internacional.

Me resultaba agradable ver a Pedro Sánchez departir informalmente con sus colegas europeos y mundiales, porque siempre he creído que esas conversaciones informales favorecen los acuerdos formales que nos llevan a pagar menos por el gas o tener presencia en la política internacional.

A Pedro Sánchez se le puede acusar de narcisismo y de ambición. Pero acaso es posible un liderazgo sin ambas virtudes o defectos.