El día 18 de noviembre se cumplían 9 meses desde que recibí el nombramiento como decano. Y por casualidad, fue el día elegido para realizar la prueba de evacuación:
A las 9:55 ha comenzado a sonar la sirena y hemos comenzado a salir. Esta vez no hemos tenido el realismo del humo. Pero nuestro personal auxiliar lucia unos chalecos naranjas reflectantes nuevos. La falta de humo y que algunos estudiantes parece que están habituados a que por estas fechas toca; ha hecho que se saliera sin incidentes. Seis minutos. Demasiado lentamente a juicio del policía local que controlaba en la calle que no hubiera problemas de tráfico.
La prueba de evacuación la realizamos conjuntamente con los niños del Colegio Público con los que compartimos el edificio.
Se producen situaciones curiosas como que algún compañero vuelve a su despacho a coger la chaqueta. Para quemarse mejor,- digo yo.
En cualquier caso, nos permite evaluar nuestros errores y estar más alertas por si se produjera un incidente de verdad.
Hasta el próximo noviembre, espero.
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