Había reservado la entrada de "El día después" porque era claro que si siempre la apertura oficial del curso siempre es noticia, este año iba a serlo más porque contaba con la presencia del ministro y del Príncipe de España.
Yo me estaba preparando para pedirle dinero para el equipamiento del nuevo edificio a alguna fundación del Príncipe, pero el jueves el Rector nos anunció que el acto se suspendía.
Desde entonces, polémica por la decisión tomada, unos a favor, otros en contra.
Yo pienso que:
Que si quieres diálogo, no se puede ser arrogante.
Que el descontento no se acalla con la fuerza.
Que si quieres dialogar, hay que escuchar y no sólo oír.
Si se hubiera celebrado el acto de apertura, las acontecimientos se podrían haber precipitado porque cuando uno se ríe cuando le insultan, cuando el otro saca "la porra" cuando se le pregunta la hora, cuando el de más allá se empeña en mantenerse en el sillón a pesar de que lo prudente sería bajarse; entonces, mi Rector ha tomado una decisión sabia aunque personalmente nunca le será reconocido.
martes, 24 de septiembre de 2013
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