La metodología de la
praxis médica es muy similar a la necesidad de intervención pedagógica. Estas son los procedimientos similares:
- 1. Razonar desde la evidencia que obtiene del paciente
- 2. Considerar todas las posibles explicaciones para un determinado problema
- 3. Emitir un juicio sobre lo que no está funcionando correctamente
- 4. Decidir como tratarlo
- 5. Convencer al paciente para que se someta, asuma, el tratamiento.
La autoestima no es
suficiente incluso puede ser perjudicial. “El mero hecho de pensar muy bien de
uno mismo no asegura cosas buenas, e incluso puede cegarte ante algo que
necesitas arreglar, como puede ser la ignorancia”. (p.186)
En realidad, lo
perjudicial no es la alta autoestima sino la persecución casi en exclusiva de la
misma. Citando a Crocker y Park (dos psicólogas de University of Michigan: “La
persecución de la autoestima, cuando acaba en éxito, rinde beneficios
emocionales y de motivación, pero también tiene costes, a corto y a largo
plazo, al distraer a las personas de satisfacer sus necesidades humanas
fundamentales de competencia, capacidad de relacionarse y autonomía, y
conducirlas a una autoregulación deficiente y a una mala salud física y
mental”. (p.190)
Los estudiantes sin alta autoestima pero con alta puntuación en AUTOCOMPASIÓN padecen menos ansiedad y abatimiento, se sienten más satisfechos consigo mismos y saben cómo perseguir un objetivo con energía pero alejarse sin arrepentimiento si no da el resultado esperado y comenzar a buscar nuevos propósitos. (p.192)
Es interesante el video de KristinNeff que diferencia entre autoestima y autocompasión:
Tres enfoque: (p.190)
a) Generoso, amable y
comprensivo con uno mismo.
b) Humanidad compartidad,
es decir, reconocer que cualquier situación o parecida fue superada por otros.
c) Autocompasión, es
decir, “saludar a los pensamientos y sentimientos dolorosos pero sin llegar a
“identificarse en demasía con ellos”.
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