Día 23 de julio, día de transición.
Segunda versión de la crónica por pérdida de la primera por
trabajar mal informáticamente.
Al igual que los corredores tienen un día de descanso para abordar los Pirineos, nosotros aprovechamos para alcanzar nuestra localización en los tres próximos días: el col de Peyresourde.
Antes de iniciar la ascensión, paramos en Arreau en el Carrefour. Acudimos con nuestra bolsa de dicho patrocinador del Tour y los animadores que están a la puerta, nos invitan a concursar porque nosotros vamos con nuestra camiseta y gorra regaladas en las etapas de los Alpes. En un anglo-francés y la ayuda de Alessandro, conseguimos contestar a las preguntas: las referidas al siglo pasado, como las victorias de Thevenet o Indurain las respondo yo y las correspondientes a este siglo, las responde Ales. Como premio recibimos una nueva bolsa que es rellenada con pastelitos, mechero, bolígrafos y maquinillas afeitas de la marca BIC, detergente para lavar ropa y algún otro objeto más.
La ascensión es cómoda porque la carretera ha sido arreglada recientemente. Llegamos a nuestro campamento base, un hueco y colocamos nuestra autocaravana utilizando las cuñas para evitar los desniveles del terreno. Para lo que contamos con la ayuda de nuestros vecinos.
Al atardecer, llega uno de esos privilegios del camper: disfrutar del silencio de la montaña. Estamos a 1700 mts. Aunque no estamos solos, la sensación me recuerda a la Mariahilfer Strasse vienesa que aún atestada de gente, se puede oír el silencio.
¡Buenas noches!
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