22 de julio, Una nueva experiencia: El sprint intermedio
Los sitios que elegimos para ver cada día el tour dependen de nuestras posibilidades de desplazamiento que están condicionadas por los kilometros y la situación del tráfico que separan unas etapas de otras, por los cierres de carreteras que se producen desde primeras horas de la mañana o del día anterior, así como nuestros gustos e intereses.
Hoy, amanecimos en Bedarieux y estamos a unos 70 kms del paso de la meta volante. Así que allí nos dirigimos.
Me levanto temprano porque todavía tengo que hacer algunas indagaciones sobre el pasado familiar y conocer más el pueblo. Comienzo mi paseo en mi bicicleta para eso estamos en el Tour y descubro varios aspectos de la ciudad:
- Tiene un hospital
- Una alameda con árboles centenarios con un perímetro de unos tres metros.
- Combina las zonas arregladas cuidadosamente de forma urbana con la presencia de una granja, supongo de cerdos por el olor, en el centro de la ciudad, junto al río.
Pero lo más emocionante en este caso, son los aspectos del pasado y no del presente. La pasteleria me ofrece la posibilidad de comprar Biscuits de Bedarieux, así como los croissants, le pain au chocolat et la baguette. Y, lo más importante, saber dónde está el Café de France de Bedarieux que figura en un abanico que mi hermana conserva. El Café se ubicaba en la esquina de la calle principal, junto al Ayuntamiento y ahora se ha convertido en un “Credit Agricol”.
Con tantas sensaciones, nos vamos a ver el tour a la localidad de Mazamet. Como siempre llega primera la caravana publicitaria tirando todo tipo de objetos. La recta de la meta volante está llena de niños y jóvenes que se lanzan a recoger todo lo que se lanza.
Cuando pasa el “coche escoba”, cada uno vuelve a su casa a ver el final por la televisión.
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