DÍA 27
Despertamos y nos ponemos en marcha a la búsqueda de un buen
emplazamiento. No está lejos. Tomamos el desvío que conduce al Val Thorens.
Apenas tomada la carretera departamental, vemos un espacio amplio ocupado por
solo dos camper. Me coloco allí después de pedir permiso a los que llegaron
antes para aproximarlo.
Comenzamos a
preparar nuestras sillas, Ales saca su bicicleta.
Y de repente… pasa un ciclista que nos
advierte que por esa “departamental” no van a pasar los ciclistas. Consultamos
un mapa del Tour y descubrimos que es otra que transcurre paralela por el otro
lado del valle y que confluye más arriba por la que circulamos.
Ales dice que comienza a subir, total sólo son 27 kms de
subida y más de 1000 metros de desnivel. Ya nos veremos en algún sitio. Yo estoy indeciso por si subir (estoy harto de
carreteras montañosas) o por bajar al pueblo por donde seguro que pasarán los
ciclistas y encontraremos más facilidades.
Pero gana la opción "estar más cerca de Ales" porque el cielo
y las previsiones están amenazadoras. Adelanto a Ales en la subida. Cuando
llegamos a la confluencia de las carreteras, la “buena”, por la que pasarán los
ciclistas está abarrotada de vehículos y no consigo encontrar un hueco. Pero
volviendo por mis pasos, aparco el camper fuera de la carretera para evitar
problemas.
Plantamos nuestras sillas en la “carretera correcta” y
esperamos la llegada de Alessandro que rehuye empujones en la subida y
fotografías de los paparazzi.
Continua
su ascensión aunque tiene dudas de llegar al final. En sus piernas, además de
los 3000 kms de camper (unas 50 horas de circulación) ha subido a Horquette
(2veces), Val Louron, Tourmalet , Galibier (2 veces por un lado y 1 por otro).
No está mal para uno que entrena a ciclismo menos que a la Xbox.
Comienza a llover, a llover. Tenemos nuestros paraguas. Ales
comunica que se va a poner a descender porque donde está también llueve,
visibilidad escasa y frío. Cuando regresa a nuestra posición, está aterido.
Afortunadamente, aparece la furgoneta de Emile Leclerq, patrocinador del premio
de la montaña, repartiendo camisetas. Hoy son generosos con los espectadores y
conseguimos media docena de camisetas que Ales utiliza para ponerse una encima
de otra y conseguir una buena temperatura.
Luego deja de llover.
Llegan los ciclistas que pasan a una velocidad
incomprensible para una subida de montaña. Cuando pasan los primeros grupos,
nos vamos al camper que, casualmente, conseguimos ver el final en la TV.
La etapa la ha ganado Nibali, italiano y experimentado
corredor. Y el Tour, Bernal, un colombiano y joven de un potente equipo ciclista.
Y hasta aquí nuestro Tour.