Estos días han una polémica con respecto a si hay que evaluar o no evaluar este trimestre y estos meses en los que los alumnos no han aparecido por los centros escolares.
Esto nos haría reflexionar sobre la diferencia entre enseñar y aprender. Y que los escolares aprenden aunque el profesorado no les enseñe porque no sólo aprenden de su profesora o profesor sino también de sus compañeros, del llamado personal no docente, de las madres y los padres de sus compañeros y de los propios, etc. Etc. Aprenden de la vida.
Por eso, creo que no deberíamos mirar este mes como una ocasión o un intento de explicar los temas que tocan.
Yo si fuera profesor de matemáticas trataría de explicar las cifras que nos ofrecen cada día; o si fuera de ciencias naturales intentaría explicar el funcionamiento de la célula y todo lo relativo a bacterias, virus y demás cuestiones relativas al COVID-19; o si fuera de tecnología explicaría como funciona uno de esos respiradores que son tan necesarios para salvar vidas: o si fuera de economía explicaría eso del PIB y las declaraciones de los autónomos. En fin, utilizaría el principio de realidad del que se habla desde el siglo XIX con la escuela activa y la Institución Libre de Enseñanza pero que no se pone en la práctica.
De las competencias básicas que se proponen, en este confinamiento se ha trabajado la competencia digital, la de emprender y la de aprender a aprender.
Igualmente, los niños, adolescentes y jóvenes han aprendido a cocinar, a ordenar, a limpiar, a convivir con la familia.
Yo personalmente he aprendido a escuchar el silencio. En el centro de la ciudad, nunca existía el silencio; ahora distingo el silencio de la mañana y el de la noche, incluso el de la tarde es distinto.
¿Os parecen pocos aprendizajes? Como ocurre siempre, incluso en la enseñanza presencial, los verdaderos y duraderos aprendizajes son difíciles de evaluar y de elaborar estándares. Como decía hace unos días, quizás HABRÁ QUE REPLANTEAR, QUE REVOLUCIONAR EL CURRICULUM , EL SISTEMA ESCOLAR Y EL SISTEMA EDUCATIVO.
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2 comentarios:
Buenas tardes Enrique, me parece muy interesante esta pregunta que ha lanzado, puesto que me hace reflexionar sobre lo importante que es la educación para una adecuado desarrollo individual de la persona y para esta sociedad cambiante que cada vez es más avanzada.
La educación, como bien dice usted, proporciona las herramientas necesarias para imaginar y elaborar los productos y servicios que posteriormente revolucionarán el mercado.
No obstante, la gran importancia de la educación es la igualdad de oportunidades, es decir, el nivel económico de cada familia o individuo no debe condicionar o limitar el aprendizaje de una persona, condicionando así su futuro laboral.
Hola Enrique,
Me ha parecido muy interesante tu entrada ya que me ha hecho reflexionar sobre los aprendizajes que hemos estado trabajando indirectamente los jóvenes a lo largo de esta situación, pese a pensar lo contrario.
Pero, como universitaria, pienso que en este final de curso académico nos hemos preocupado todos por tener trabajos banales que evaluar en vez de intentar reconducir el sistema de aprendizaje y adaptarlo a la situación que nos ha tocado vivir.
La manera en la que ha enfocado el desarrollo de algunas de las asignaturas que se llevan a cabo en la etapa de Secundaria habría sido una excelente opción para que el alumnado obtenga un aprendizaje verdadero.
Creo que el sistema educativo tiene que aprender de los errores que hemos cometido en esta problemática que se nos ha presentado y mejorar para situaciones futuras.
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