Pero empezaron a pasar los días y la solidaridad comenzó a centrarse en los más próximos: familiares y amigos. El egoísmo comenzó a aparecer cuando el miedo, siempre el miedo, a algunos les hizo pensar que tener en su comunidad de vecinos, en su escalera, a una de esas personas de primera línea era un peligro.
Yo también soñaba con que una crisis de esta naturaleza nos haría más solidarios, nos haría pensar que navegamos por el Universo en una gran nave espacial llamada TIERRA.
Pero según pasan los días, contemplo que quien era solidario lo sigue siendo, quizás algo más y quien era avaro y egoísta acentúa su actitud.
Por eso, habrá que seguir peleando por un mundo más justo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario