Musas escritoras en vuelo

Estoy sorprendido con mi fertilidad escritora al volar. Normalmente, yo viajaba tan cansado que aprovechaba el ronroneo del motor y los balanceos de las pequeñas turbulencias para iniciar una siesta que se interrumpía naturalmente cuando el piloto anunciaba que se estaba produciendo las maniobras de aproximación al aterrizaje.

Pero, en los últimos viajes, provocado porque las cabinas van al completo con excursiones escolares (que volvieron después del período álgido de pandemia) o llenas porque llego la primavera; me he puesto a escribir entradas de este blog.

También puede ser porque viajar y aprender suelen ir unidas, aunque luego hay que vencer la pereza de ponerse a escribir. Aunque quizás no hay nada mejor que hacer ya que estoy perdiendo la habilidad de hablar con personas desconocidas…