Humor y Política

 Cuando el año pasado, es decir, ayer veía el programa de la 1 de TVE del humorista José Mota, me recordó a cuando veía las cadenas de Mediaset en Italia en los tiempos en que Berlusconi estaba en política. Dos motivos me invitan a encontrar el paralelismo:

a) Todos los políticos son iguales. La consideración de que los políticos, en genérico, sin distinción, son unos corruptos, mentirosos, manipuladores, etc. NO me gusta por antidemocrático.

b) Cuando se distinguían los políticos (Sanchez, Diaz, Feijoo, Abascal, Puigdemont, Junqueras) el trato que recibían no era igual como ocurría en los programas satíricos y humorísticos del grupo de Mediaset Italia: se criticaba a Berlusconi pero de una manera soft, de que el Cavalliere tenía un comportamiento inevitable. A mi juicio, el beneficiado con el trato beslusconiano, fue Abascal que se trasformaba en hombre "lovox" al recibir la luz de la luna llena sin más chanza a sus políticas de negación de la violencia machista o del cambio climático.

Quizás lo entendí todo mal porque la escena inicial en la que se enfrentaba a políticos con el pueblo ya me puso en guardia. Creo que es perversa esta generalización porque sólo es una llamada a "salvapatrias" de los que tenemos experiencia quienes vivimos antes de 1975.

Siempre he considerado que las críticas más perversas se hacen con el humor. Recordemos como se criticaba la dictadura con La Codorniz o Hermano Lobo.

Por eso, me da rabia que una televisión pública fomente esta cultura antidemocrática.