Santo Domingo y los García

 Habíamos elegido para una reunión familiar el Parador de Santo Domingo porque su ubicación era cercana, a dos horas de nuestro domicilio; su situación permitía hacer visitas sin grandes desplazamientos y  a todos nos gustaban las características de estos alojamientos como de otra época. Cuando para pernoctar fuera de casa a las personas de la clase trabajadora no era posible hacerlo en estos elitistas hoteles, en cambio,  se nos reservaba la casa de un pariente o una pensión u hostal con baño compartido. 

Al llegar, descubrimos que la elección tenía un motivo adicional relacionado con nuestro apellido.

Santo Domingo se llamaba Domingo GARCIA  y recibió el edificio palaciego de manos de los reyes y que destinó a Hospital de Peregrinos.  Hay otra versión que dice que el Santo construyó el eremitorio a partir de los restos de un palacio de los Reyes de Navarra.

Según el filólogo e historiador Alberto Montaner Frutos, García es un antropónimo muy antiguo, de origen prerromano, «posiblemente íbero-aquitano, cuyo étimo se ha considerado afín al vascuence (h)artz 'oso', que en su versión determinada es (h)artzea y cuya forma antigua habría sido kartzea».  Ramón Menéndez Pidal y Antonio Tovar también concuerdan que el origen de este apellido es hartz, o sea, «oso».  Alfonso Irigoyen opina que la etimología viene de la palabra gaztea, que quiere decir «joven», aunque Montaner Frutos discrepa porque es «fonéticamente inviable».

El apellido García aparece como más frecuente en numerosas provincias. En Cataluña figura en el primer puesto en las cuatro provincias, así como en Zaragoza.

Queridos hermanos y los  1.462.696 que compartis con nosotros este ilustre apellido, sabed que también era el apellido del Santo que apoyó el paso del camino de Santiago por tierras riojanas.