Los espacios escolares están
presentes como una de las cuestiones de organización escolar, asociada al tema
de la higiene escolar. Han sido objeto de interés de la Inspección que debía
controlar medidas de aulas, de patios de recreo , etc.
Para mí también lo fue cuando viajaba por España por carreteras que pasaban por el medio del
pueblo y permitía ver las escuelas casi abandonadas por falta de escolares que
las ocupasen. Eran construcciones que
tendían hacia la homogenidad pero algunas veces destacaban por su diseño, por
su aspecto exterior.
Pero los espacios escolares no sólo tienen que ver con el exterior, sino
también de cómo están organizados en el interior, ¿qué estancias poseen y
cuáles no poseen? Y, por supuesto, la
estancia básica, aquélla en la que se realiza la interacción bipolar entre
maestro y alumno tal como señalaba Renzo Titone.
La disposición del mobiliario, la ornamentación de las paredes, los objetos
de aprendizaje presentes son una importante comunicación no verbal que es otro de esos temas no estrictamente
pedagógicos por el que me sentido
atraído.
El culmen de mi interés por el espacio llegó cuando tuve que poner como mi
mayor objetivo profesional el conseguir un edificio para la Facultad de
Educación que fuese digno de la importancia que tienen los profesionales de la
educación para el desarrollo de una sociedad y para la educación de la
ciudadanía de una nación.
El nuevo edificio de la Facultad de Educación se comienza a utilizar este
próximo lunes, 3 de febrero de 2014. Ubicado en el Campus de San Francisco de
la Universidad de Zaragoza está a disposición de la sociedad aragonesa que lo
ha financiado. Puede contemplarlo,
arquitectónicamente merece la pena;
puede disfrutar de su amplia plaza previa a la entrada; podrán ser utilizada
para realizar actividades del ámbito educativo y formativo en su sentido más
amplio.
El edificio es funcional, racional y está pensado como lugar de encuentro.
Los arquitectos destacan estas características:
Somos conscientes la influencia del entorno
construido en la educación , (confortable – austero, amable – riguroso, sugerente – anodino ….)
La
materialización de una serie de inquietudes, valores, una vez atendidas las
exigencias utilitarias del programa fueron el objeto de este éste proyecto, hoy
día finalizado.
Estas inquietudes se pueden resumir en:
1.
RELACIÓN CON EL ENTORNO.
Es una
“ suerte “ la ubicación dentro del campus. Rodeada de Facultades, Colegios
Mayores y junto al centro de gravedad del campus. Nuestra propuesta ha sido
Aportar un ámbito de
relación exterior
Abrirnos al entorno
universitario.
Nos
parecía justo.
2.
DISPOSICIÓN SOBRE EL ÁMBITO.
En el proceso de desarrollo interactúan diversos factores, pero hay algunos que mantienen a
raya al resto. Son líneas de fuerza
que empiezan a delimitar un espacio anónimo para ser protagonista, siendo el
instrumento el volumen a desarrollar. Ante el peso que adquiere sobre el ámbito
el volumen construido, hay una percepción que me gustaría transmitir.
“ somos de
San Sebastian. En la costa , el encuentro del monte con el mar se produce a
través de capas planas de piedra dura, superpuestas, fracturadas, alternadas
con capas de piedra blanda. Se denomina Flysch. La primera vez que fui
consciente de su presencia ( percepción ) lo asocié a la obra de Txillida. Obra
capaz de acercarse a diferentes sensibilidades, mayores, jóvenes…..¿
porqué? Para mí, la respuesta estaba
allí : porque se mide con la naturaleza, por esa relación telúrica entre obra y
naturaleza que el subconsciente reconoce y asocia. Esta percepción me produjo
una sensación de aliento, una energía para transcender lo cotidiano. La
búsqueda de esa energía ha sido permanente en nuestro trabajo, no siempre con
acierto.”
Agrupamos los usos en dos volúmenes.
Docente. Estratos superpuestos,
desplazados con ángulos ligeramente obtusos, con respuestas espaciales más
ricas.
No docente. Disgregación de
volúmenes que matizan el pie a tierra, con un estrato superior que protege,
orienta y señala el acceso.
3.
ACCESOS
Intuimos
que hay espacios a los que se puede acceder a través de una puerta. Así como
hay otros en los que la transición exterior-interior necesita otra escala. Así
hemos pensado que debería ser.
La
articulación , disposición de los dos volúmenes, dirige, señala, orienta ese
recorrido con una fragmentación del volumen no docente que matiza la
transición, accediendo al atrio que se encarga de recibir y distribuir.
4.
ATRIO.
Atendidas
las exigencias utilitarias del programa, la relación/comunicación entre
alumnos, profesores….ha sido decisiva por la importancia que tiene en el
desarrollo de las personas a lo largo de tantos años de formación,
en la
materialización de este proyecto.
Atrio
docente. Acoge las aulas, iluminación
cenital con llantones para evitar el asoleo directo, galerías perimetrales con
la función de acoger, distribuir, comunicar…..
Atrio
no docente. Espacio que acoge diferentes usos administrativos, reuniones,
dirección , profesorado, cafetería…………
Que le
deis buen uso y lo disfrutéis. Un saludo a todos
Javier
Maya y Estela Arteche. Arquitectos.
Para mí es un lugar de encuentro, porque las aulas de los dos pisos quedan
recogidas en un llamesmole “patio central” donde se encuentra uno de los tres
simbolos marineros que yo encuentro en el edificio, Estos elementos de mar no
son destacados por los arquitectos que quizás temen ser increpados por colocar
un barco, aunque sea con la quilla invertida, en un lugar de secano como es
Zaragoza. Pero las cuadernas son evidentes y servirán como recordatorio al
mirar al cielo de que hay que apuntar hacia el horizonte aunque estemos
rodeados de edificios.
Así que esos símbolos marinos son: a) una quilla invertida con sus
cuadernas insertadas y visibles; b) una popa invertida en la que se distinguen
sus ventanales; c) los “ojos de buey” que están por todas sus puertas.
Si hablamos de edificios escolares, no podemos olvidar el Colegio Público,
Joaquín Costa de Zaragoza, Construido a principios del siglo XX, poseía hasta
una piscina interior. Hubo un tiempo en que la escolarización era un motor de
desarrollo y no un negocio, donde había alumnos y no clientes, futuros ciudadanos
y no usuarios.
La tipología de los espacios condiciona la didáctica. El espacio y el
tiempo son las coordenadas que definen la escuela. Las aulas y los horarios son
la gran preocupación de un equipo directivo. Pero las aulas están cambiando y
en ocasiones ya no son cuatro paredes;
sino que los escenarios de aprendizaje dependen del tipo de actividad que allí
se desarrolla. Los países nordicos apuestan por los espacios abiertos donde los
niños y los jóvenes se mueven de acuerdo a sus intereses.
Este vídeo de la Fundación Qatar muestra la
importancia de la arquitectura escolar en tres países diferentes: Abu Dabi,
Burkina Faso y Suecia. El espacio está al servicio del aprendizaje y los
aprendices no tienen la misma necesidad que sus padres. La escuela de la
revolución industrial ( de bancada fija, de posición frontal, de pizarra para
todos igual) no puede ser la misma que la de la sociedad del conocimiento
(compleja, con necesidad de manejar gran cantidad y diversidad de información).
Por lo que respecta a la geografía del aula, tenemos una disposición
clásica con pupitres individuales para que no se molesten unos a otros, o bien
bancadas atornilladas al suelo para que no se muevan y faciliten la limpieza al
estar siempre ordenadas. La orientación de las mismas es frontal hacia la
pizarra donde se encuentra “la mesa del profesor”. Por tanto, los estudiantes
contemplan el “cogote”, la parte occipital de sus compañeros lo que dificulta
la comunicación entre iguales.
El triunfo de la metodología grupal llevando a la reflexión de si se trata
de trabajo cooperativo o colaborativo, gracias a las reformas educativas que en
el caso universitario llamaremos “plan Bolonia” ha obligado a arquitectos y
demás responsables de obras al diseño de mobiliario para el trabajo en grupo, a
disposiciones donde es factible lo que en Educación Infantil (pioneras de las
metodologías innovadoras) se denomina el trabajo por “rincones”. Poco a poco,
los espacios se trasforman de espacios de enseñanza a espacios de aprendizaje.
Si bien, la economía y sus burbujas tiran hacía el lado de lo más barato y el
paradigma del aprendizaje precisa de más recursos que el de enseñanza.
Si bien es cierto que en ocasiones no es necesario el dinero para
personalizar un aula, para hacerla coherente con nuestros principios
metodológicos. Lo ejemplifijaré de la forma más simple: Pensemos en la
decoración de las paredes que puede contener láminas estandarizadas de las que
nos facilita la sociedad de consumo o bien estar gestionada por los propios
alumnos con sus trabajos, con sus creaciones, “a su gusto”.
Arquitectura, disposición del mobiliario, decoración, colores de las
paredes son cuestiones que debemos considerar como fundamentales en los
proyectos educativos.
Quizás hay otras evidencias de la importancia de los espacios escolares,
pero en un blog hay “espacio” para los lectores.
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