De visita en Londres, acompañado de dos sociólogos que van haciendo fotografías, observando la ciudad y los procesos de gentrificación. De vez en cuando nos detenemos ante una inmobiliaria para verificar precios de los apartamentos que justifican este proceso.
Visitamos el mercado de Broadway al que todavía no ha llegado el turismo masificado aunque, hoy sábado, está masificado por la población londinense que encuentra allí comida deliciatessen o peculiar, tradicional o de otros países, artesanías, puestos de verduras, carnes y quesos que conviven con el comercio de la propia calle. Es pequeño y recomendable.
De camino hacia la Torre de Londres, pasamos por un par de “cuadras” o “bloks” que nos parece haber viajado a Karachi o Kabul. Muchas mujeres con niqab, no burka, y muchos niños y niñas. La tez de la piel muy oscura.
En la Torre de Londres, nos encontramos muchos turistas. La margen derecha del Tamésis se ha convertido en un paseo donde los muelles se han convertido en plazas, con restaurantes y terrazas. Parece que Londres quiere imitar a la Europa Mediterranea a pesar del Brexit. Son abundantes los restaurantes italianos y si alguien llegara de otro planeta, pensaría que la pizza es tradicional de este país.
Terminamos en el mercado de Borough donde se refugiaron las personas del último ataque terrorista. Después de la cena, pinta de cerveza en el pub donde los londinenses pasan el sábado. Esta ciudad no duerme.
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