miércoles, 8 de agosto de 2018

Camino al sur de Gales


Para visitar Gales, he decidido alquilar un coche mejor que ir en autobús ya que los servicios no son como en las grandes ciudades.
La oficina elegida es la del Downtown, pero en este caso se encuentra en un polígono industrial alejado del Centro y los conductores de autobús no están tan habituados a los turistas como los de Londres. Pero preguntando se llega a todas partes porque los navegadores nunca se sabe si la flecha va en el sentido correcto.

Me habitúo rápidamente a la conducción del volante a la derecha ya que el año pasado en Irlanda practique por unos 4000 kilómetros.

Me detengo en el Garden National Botanic Walles. Se trata de un jardín entre lo salvaje y lo versallesco donde se cuida la conservación de especies autóctonas y de otros países. Hay muchas familias con niños que sacian su curiosidad como no lo hacen en la escuela. Quizás aquí es distinto, pero son esos niños que en la escuela permanecen callados, acatando las normas o intentando destruir la escuela; aquí pregunta por las mariposas, por lo que comen, por dónde, cuánto viven, si se juntan las de diversos colores.














Como decía en el caso de los Museos, deberíamos de aprovechar en el curriculum escolar estos lugares de aprendizaje o “centros de interpretación” como se les denomina en algunos casos. La informalidad de estos Centros estimula la curiosidad y las ganas de aprender, quizás sólo necesitan que los aprendices y los enseñantes se den cuenta de que están aprendiendo.

Tiene un estupendo mirador como podréis ver en las fotografías que acompaño. Desde un banco me parece estar ante una superpantalla. Las nubes a pesar del viento parecen no moverse, como si de un cuadro impresionista se tratara. El verde es un color relajador,, al menos para mí, y aquí se encuentran muchas tonalidades para elegir la que mas te guste.

Cierran, todo cierra muy temprano en Gran Bretaña. Y me dirijo a mi destino gracias al navegador. He elegido el Hill Farmer de Laugharne a través de Booking. ¿Por qué he llegado aquí? Ni yo mismo sabría decirlo. Intentaré enumerarlo:
1.- Quería venir a Walles
2.- Buscaba un lugar no turístico
3.-Miré en google maps y ví que la granja estaba a 800 metros del pueblo (1/2 milla)
4.-NO tenía conexión a Internet
5.-El mar estaba cerca.

Y me encontré una granja con 26 caballos que tiene un B&B. Me mostraron la habitación y las salas comunes. Todo con una familiaridad que hace sentirse bien. La puerta de mi habitación no cierra completamente pero a quién le importa si desde la ventana puedo ver la imagen que adjunto.

Pregunto por donde cenar en el pueblo y me recomiendan el sitio adecuado. El pueblo es un pueblo que tuvo un poeta y ahora trata de lanzarse con el turismo porque el Jardín Botánico está en su término municipal aunque está a unas abundantes veinte millas. Esta junto al mar pero no tiene ni puerto ni sus playas son practicables. Tampoco sirve para el surf. Pero eso le permite mantener una frescura de otros tiempos, sin los tropeles y masificaciones que se pueden encontrar en las proximidades como Pendine o Saundersfoot.

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