jueves, 9 de febrero de 2023

V.U.S.A.: Etapa transición, de New York a Chicago

 Mi próxima etapa es Chicago donde encontraré a mi hijo que está haciendo un semestre en la Universidad de Illinois.

El desplazamiento lo hago con la compañía Southwest, una low cost americana, aunque las condiciones y el trato es mejor que con Ryanair: dos bultos gratuitos, uno en bodega y otro en cabina. Además he podido utilizar el crédito de los vuelos cancelados hace tres años durante la pandemia. Además, su página web se redirige automáticamente a español.

Salgo desde el Aeropuerto de La Guardia que se encuentra en obras de reforma. Son muchos los edificios que están reformándose y que he sufrido durante este viaje. Haré algunos comentarios sobre aeropuertos norteamericanos que son de utilidad:

- Algunas compañías ofrecen posibilidad de hacer el check in en las afueras de la terminal con el ahorro de tener que ir llevando el equipaje pero deberás preparar una propina porque el mozo que te atiende, te lo "sugiere". Si puedes, hazlo en el interior y el personal de la compañía no te pedirá nada a cambio.

- Desde la pandemia, han aumentado los controles de identificación incluso para los vuelos nacionales. Deben presentar tu pasaporte ante el funcionario de la Administración de Seguridad en el Trasporte que en ocasiones dispone de una cámara de identificación facial.

- En USA, como en muchos países europeos, hay que vaciar tu cantimplora de líquidos pero inmediatamente después del control, te encuentras con un dispensador que cómodamente te permite rellenar de nuevo tu recipiente. Como puede deducirse, de este modo están contribuyendo a la sostenibilidad al ahorrar millones de botellas de plástico. Creo que es una medida que nuestros Gobiernos y AENA deberían tomar nota.

Llego a Chicago por su segundo aeropuerto el de Midway. Como he visto en el mapa que mi hotel está cerca del transporte público que parte desde el mismo aeropuerto y es el recorrido que me aconseja Google, decido ir en la linea naranja. Así que después de preguntar y confirmar en un mostrador de Información, me aventuro por unos despoblados pasillos con dirección única. Finalmente, llego a la estación del tren donde una amable empleada me ayuda a sacar mi billete con tarjeta de crédito. (la tarjeta no funciona porque exige cinco dígitos para la autorización y la mía sólo tiene cuatro. Si es tu caso, pon un cero al inicio).

El tren o metro va casi vacío en las primeras paradas y atraviesa una zonas residenciales salpicadas de construcciones de actividad comercial e industrial. Luego, sabremos que son barrios de población no muy favorecida lo que coincide con la impresión que nos causa. Al llegar al Downtown el tren circula por lo alto haciendo un lazo que rodea el denominado Loop. Al bajar, llego mi sorpresa porque no tiene ascensor. Menos mal, que tenía que solo era bajar mis 20 kilos de maleta, aunque en algún momento estuve tentado de tirarla rodando por las escaleras.

Afortunadamente, el hotel estaba junto a la avenida Michigan.

Por la tarde, estuve esperando la llegada de mi hijo en el Amtrak desde Urbana-Champaign. El tren fue adquiriendo retrasos de diez en diez minutos hasta la medianoche que llegó. Me permitió pasear por la estación en cuyo concourse central parece que fue utilizado en la película "Los intocables" (min.2:59) o al menos fue recreado con algunas licencias como un reloj que no vi.


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