3) Contra el pecado de la pasividad, la virtud de la actividad. No se debe confundir el principio de actividad con el activismo. Un activismo exacerbado esconde
una falta de reflexión, y esta habilidad intelectual se precisa para
una utilización crítica del ordenador. Se podría pensar que por manejar
un ratón, pulsar botones o elegir entre blanco y negro estamos siendo
activos, pero se trata de una ilusión para enmascarar el dirigismo, el control
de los diseñadores, de los productores de los programas. La
interactividad es posible y debemos demandar las mayores cotas de
libertad a los programas que utilicemos.
La utilización que hagamos de la informática debe estar guiada por
nuestra capacidad de decisión. Son los usuarios quienes deben determinar
para qué les sirven las nn.tt.
La
informática es una herramienta poderosa que se puede emplear para
controlar como se hizo con viejas tecnologías como la tarima, la pizarra
o el puntero, pero también las viejas tecnologías fueron utilizadas por
algunos/as profesores/as como herramientas para el desarrollo del
espíritu crítico, de la persona como ser humano.
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