DÍA 24
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La jornada de espera en el Col de Lauteret se llena con actividad de
senderismo aunque el camino elegido bien parece para hacer escalada: Refugio-chalet
de Chamossiere.- Las pendientes son muy elevadas y el terreno resbaladizo,
incluso subiendo. No voy muy preparado, ni el calzado ni bastones para evitar
caídas en la bajada. Después de 300 metros de desnivel en la ascensión ,
contemplo el glaciar, hago fotografías de las flores que aprovechan la corta
estación veraniega para lucir sus colores.
Por la tarde, decido hacer
otra excursión, mucho más fácil: Refugio de Alpe Villar D’Arene. En media hora, alcanzo el lugar que está
enfrente del glaciar que se va derritiendo a través de una sonora cascada.
Escucho las marmotas e incluso llego a ver corretear a una. El paisaje es para
quedarse a contemplar hasta que la luz acabe pero las nubes negras sobre las
cumbres y un pequeño trueno me aconsejan regresar a mi camper.
Por la noche, en la carretera de subida al Col del
Galibier, siguen llegando coches, caravanas que giran y giran intentando
encontrar un hueco, lo que no resulta nada fácil. Esperamos a los camiones que
llegarán con todo el atrezzo para el premio de la montaña, pero estamos
cansados. Este año, nuestro camper no está exactamente en la ruta ciclista y la
espera se hace larga. Por eso, ¡buenas noches!, ¡que los bocinazos de los atrezzistas
no nos despierten!
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