La principal conclusión es el carácter terapéutico de la educación, de la interacción personal de las aulas para las personas adultas. Finalmente, terminó en un bello libro titulado Hipocorísticos donde los mayores nos expresaban su valoración de la educación permanente que recibían.“En primer lugar por habernos traído la escuela de adultos a nuestro pueblo. Nunca se podrá hacer idea de lo que ha significado para muchas de nosotras”.Me planteaba que sería interesante estudiar la relación entre asistencia a clases de personas adultas y consumo de medicamentos.
En la actualidad, al igual que se analizan los fallecidos por o con coronavirus en las residencias de ancianos también se debería conocer cuántas de las personas que asistían a los centros de educación de personas adultas se han visto afectadas por el COVID-19. Los números tendrán que tener en cuenta el sexo porque parece que el coronavirus afecta más a los varones y quienes más acuden a la educación permanente son las mujeres.
Ya he hecho mi reflexión y espero los comentarios del profesorado que trabaja en educación de personas adultas y cómo ha hecho en este periodo de confinamiento
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