Mis hermanos me acompañan a ver el National Mall donde se encuentran los museos de la fundación Smithsonian (esa que sale en la srie Bones. Kevin estuvo trabajando en Washington y decide que vayamos en coche.
Ir en coche al National Mall no es muy buena idea, resulta más cómodo aparcar en un Park Ride cercano y llegar en tren ya que la Estación Central se encuentra junto a la gran explanada que se extiende desde el Capitolio hasta el monumento a Washington y cuyos lados están flanqueados por los distintos museos Smithsonian.
El lado bueno es que para llegar atravesamos esa parte de la ciudad que no sale ni en los noticiarios ni en las guías turísticas.
Paseamos por la explanada para hacer tiempo hasta la hora en que tenemos la reserva para el Museo del Aire y del Espacio. A pesar de la reserva tenemos que hacer fila para entrar a la hora prefijada. Hay que pasar el control en el que la funda rígida de mis gafas levanta sospechas y debo abrir mi bolsa y mostrar el contenido.Hacía unos treinta años había visitado este museo y me sorprendió porque pude ver la fragilidad de la cápsula con que "el hombre llegó a la Luna", pero en esta ocasión sufrí una gran decepción en mi visita al Museo.
Quizás que estén en obras para disponer una sala con visión 3D, ha obligado a abigarrar el contenido y saturar de información en poco espacio. Aunque, en mi caso, después de haber estado en el Centro de Interpretación de Cabo Cañaveral donde hay un simulador del Atlantis en el que experimentas el despegue y el aterrizaje o haber visitado Volandia en Malpensa (Milán) contribuyan a este aprobado justo de mi valoración.
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